Saber, que todo aquello que hacéis está poco más que prohibido. Que no. No se puede.
Volvemos a la intricada lucha entre el deber, y el querer.
Tan a menudo se cruza esta disyuntiva en nuestro camino, que por desgracia, nos la conocemos de sobra; aunque lo más irónico de todo (y la ironía es un recurso muy utilizado por la vida) por mucho que la conozcamos, solo sabemos vislumbrarla, no decidir sobre ella.
No sabemos qué será lo correcto esta vez. Ni lo que nos hará felices. Porque no siempre lo que queremos es lo más correcto,vale. Pero tampoco es siempre lo que nos ayudará a ser felices, a estar completos.
Yo, la verdad. No sé si tomé o he tomado las decisiones que debía, ni las que quería. Pero creo, y a la vez..ansío y espero que sea la correcta.
Creo que me he equivocado demasiadas veces porque si intentas hacer lo correcto siempre, ni la mitad de las veces recibirás la respuesta que esperabas. Y quizá, unas pocas veces que he decidido dejarme llevar, no me ha salido del todo como esperaba ni mucho menos.
Ahora mismo estoy confusa. ¿He hecho bien? ¿ He hecho lo correcto? ¿ He hecho lo que sentía?... bueno, esa última está claro que no. Siempre suprimo mis sentimientos con tal de hacer que todo sea más fácil.
Sí... soy capaz de mentirme a mí misma hasta ese punto. Pero todo sea, por una felicidad a largo plazo que espero que llegue algún día.
No quiero hacer daño a nadie más y aunque sienta ganas enorme de estar con una persona, no voy a meterla en el mismo bucle que yo, no le deseo eso a nadie.
Y como yo tampoco se lo deseo ni lo quiero para esa persona que esté a mi lado... tampoco lo quiero para mí.
Todo es demasiado complicado. Y sin embargo, llegó a parecer tan fácil como abrir mi corazón, dejar que fluyera y que me cuidara..
Esto del amor, relaciones, convivencia, querer, poder, deber. Es demasiado complicado, pero, a la vez tiene tanta magia guardada. Magia que quiero explorar, pero todavía no me atrevo del todo.
Poco a poco voy asumiendo, me abro, pero...claro está, todo con tiempo y...poco a poco.
Solo diré, que aunque me haya negado (de nuevo) a darme una oportunidad con él. No lo voy a olvidar.
Como él me dijo hace tan solo unas horas: Siempre te llevaré en mi corazón...
Como dijo el gran autor Charles Dickens:
"Hay cuerdas en el corazón humano que sería mejor no hacer vibrar"
El sueño de la razón...